MBUTI
Paises
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Población
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Idioma
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Dialectos
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Religión
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Rep.Dem.del Congo |
68.000
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LESE (LESA, LISSI, WALISI, WALESE, BALESE, MBUTI) |
KARO, ARUMBI, VUKUTU (VONKUTU, OBI), FARE |
Tradicional
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Localización: En Watsa, Djugu, Irumu y Mambasa, Región de Haut-Zaïre. La población de Mbuti vive en el bosque de Ituri, un bosque ´humedo tropical que cubre aproximadamente 70.000 km2 del nor-noreste del pais. El mundo del bosque húmedo se caracteriza por la densidad de su arbolado que a penas permite filtrar la luz del sol. Los Bambuti comparten su vida con una gran variedad de aves, insectos y animales de este tipo de hábitat, que son su fuente de alimentación junto con una rica flora enriquecida por una tierra siempre húmeda y con abundancia de nutrientes.
Pueblos vecinos: Azande , Mangbetu
Historia: Los Mbuti han vivido en el Bosque de Ituri desde hace muchos miles de años, e incluso se especula que ellos podrían ser los habitantes más tempranos de Africa. La primera referencia a los "pigmeos" la encontramos en la historia de una expedición egipcia a la zona alrededor del año 2.500 a.J:C., en la que se refieren a los Mbuti como "las personas de los árboles" y las caracterizan como personas que cantan y bailan. Homero y Aristóteles escribieron sobre ellos, pero pensaban más en términos míticos que como personas reales. Después, durante muchos siglos, el conocimiento sobre los Mbuti disminuyó al punto de referirse a ellos como monstruos subhumanos o criaturas que vuelan a través de las copas de los árboles. Habrá que esperar al siglo 19, cuando los exploradores que viajan al interior del Congo encontraron a los Mbuti para corregir esta mitología.
Desde el final de la 2ª Guerra Mundial, y el levantamiento contra los colonialistas belgas, su forma de vida ha ido cambiando a un ritmo como nunca antes se había dado. A pesar de las presiones para adptar su forma de vida tradicional a la vida moderna han conseguido mantener un fuerte espíritu independiente. Muchos de ellos llevan una vida de dependencia de sus vecinos bantús, son utilizados como mano de obra barata. Algunos ham sabido aprovechar sus habilidades para la caza en el bosque para intercambiar el producto de su caza por otros productos de las comunidades vecinas. Ultimamente, una nueva amenaza ha surgido en su habitat, la intromisión debastadora de grupos de buscadores de oro.
Economía: La caza con medios tradicionales (Arcos y flechas) ha venido siendo hasta tiempos recientes la principal fuente de recursos económicos, tanto para su propia dieta como para utilizarla en el comercio con los pueblos bantús vecinos. Aunque es una actividad fundamentalmete llevada a cabo por los hombres, las mujeres no están excluidas de la misma. Es habitual que las mujeres se engarguen de la construcción de la vivienda y de la preparación de la comida pero al igual que sucede con la caza, los hombres participan de estas actividades así como del cuidado de los niños.
Sin embargo, actualmente, su sobrevivencia se encuentra cada vez más en grave peligro. Por una parte, no se les reconoce legalmente sus derechos de explotación sobre las tierras de las que tradicionalmente se han alimentado. Por otra parte, las autoridades les han prohibido la caza mayor dentro de los 13.000 km2 de la Reserva de Fauna y Flora Okapi. Finalmente, las compañías madereras, los buscadores de oro, las empresas mineras que se dedican a la extracción del coltan (mineral usado en la fabricación de los teléfonos móviles) y los grupos militares que actúan en la zona (con las consiguientes violencias de todo tipo contra la población mbuti), están poniendo en grave peligro de exterminio del pueblo Mbuti
Sociedad: El bosque es el elemento central alrededor del cual los Mbuti han desarrollado su visión cosmogónica tradicional. Ellos a veces se refieren al bosque como madre y la reconocen como la fuente de su alimentación, de su vestido y de los materiales para su protección. El pueblo Mbuti reverencia el bosque más allá de ser meramente una fuente de suministros para considerarlo como algo sagrado, como una "deidad" a la que ellos piden ayuda y dan gracias a través de sus ceremonias rituales. Cuando dejan el bosque, éste es el lugar al que ellos desean volver para encontrar la seguridad.
Aunque el Bosque de Ituri parece denso e impenetrable para los forasteros, los Mbuti están en su casa y conocen sus caminos, valles y ríos íntimamente. Ellos tienen una gran resistencia y pueden orientarse y viajar mucho tiempo rápidamente y fácilmente durante largas distancias. Son grandes conocedores de las virtudes y peligros de hongos, raíces y otros tipos de vegetación. Su alimentación incluye, además de los productos animales y vegetales del bosque, los plátanos y otros frutos obtenidos de su comercio con los lugareños Bantús. Viven en grupos pequeños y construyen sus campamentos con chozas pequeñas, redondas, con ramas flexibles que recubren con hojas grandes que le protege perfectamente de la lluvia. Las aldeas o campamentos son temporales y son abandonados cuando creen que los recursos de la zona comienzan a escasear. Montan sus campamentos en la periferia del bosque para tener acceso relativamente fácil al pueblo Bantú particular con el que cada grupo Mbuti tiene una relación política y económica.
Como la comida y la leña es abundante, dedican sólo una parte pequeña de su tiempo para la caza disponiendo diariamente de mucho tiempo libre que dedican a los cantos, bailes y narraciones. Tienen fama de pacíficos y de evitar cualquier tipo de conflicto con forasteros, prefiriendo volver a su mundo "real" del bosque en lugar de el enfrentamiento con situaciones desagradables. En lugar de tener una figura central de autoridad, ellos viven cooperativamente y resuelven problemas entre ellos dedicando el tiempo que sea necesario hasta alcanzar un compromiso. En casos extremos, el grupo puede condenar al ostracismo a un individuo y puede obligarle a que viva en soledad en el bosque durante un periodo de tiempo, permitiéndole regresar cuando haya pasado un tiempo establecido.
Religión: El "molimo" es el ritual más importante en la vida del pueblo Mbuti, inspirado por su creencia de que el bosque es el centro de su existencia, la fuente de todo lo bueno para sus vidas. Se celebra para dar gracias al bosque o, después de un evento malo como una muerte, para volver a poner sus vidas en orden después de algo que haya roto el equilibrio en la vida de la comunidad. El mangbo del molimo se celebra para curar de la muerte y puede durar un mes o más. El término "Molimo" se refiere tanto al ritual en sí como a la especie de trompetilla con la que los hombres Mbuti cantan para hacer los sonidos animales y la música especial del ritual. La trompeta es un tubo largo, que a veces se hace de madera, y se guarda en lo alto en un árbol. El ritual se inspira en las creencias sobre la bondad del bosque, siendo esa trompetilla un mero instrumento del ritual.
Antes de que salga el sol se recoge la leña y se prepara la comida de cada choza para de forma unida y cooperativamente invocar al molimo. Por la tarde, los hombres se reúnen alrededor de un fuego central para tomar parte en los cantos y danzas; las mujeres y niños deben quedarse en sus chozas con la puerta cerrada. En algún momento de los cantos, los hombres jóvenes dejan el fuego central y van al bosque donde se guarda el molimo . Lo llevan detrás y a ratos lo sumergen en agua por el camino para que la trompeta pueda beber y lo frotan con hojas y barro como un símbolo de agua, tierra, y aire.
Cuando los jóvenes llegan al campamento con el molimo, rodean la periferia del campamento y se aseguran que el kumamolimo, los cantos y bailes alrededor del fuego central, es suficientemente bueno como para entrar. Cuando el canto es muy intenso, los jóvenes entran con la trompeta y agregan su sonido a los de los cantos. Un joven sostiene un extremo mientras otro canta en el extremo y lo monta sobre un eje despacio alrededor del fuego central. Dependiendo de lo que haya motivado la celebración del molimo, la trompeta puede quedarse sólo unos minutos o toda la noche. Después, la trompeta del molimo se guarda de nuevo en un árbol hasta su próximo uso.
Mitología Mbuti: Cuando comer las frutas de todos los árboles, excepto la fruta de un determinado árgol. La gente respetaba siempre esta ley pero un día, una mujer embarazada pidió a su marido que le trajese fruta del árbol prohibido. El hombre, queriendo complacer a su compañera fue a escondidas al bosque y tomó de esa fruta. Pero la luna le vió y se lo contó a Mugasa. ëste se enfadó y mandó la muerte a los seres vivos y él abandonó la tierra para vivir siempre en el cielo.
En otro mito, los bambuti cuentan que Tore, el Señor de los animales y de la caza, se manifiesta como tormenta y que se oculta en el arco iris. Tore suele representarse en los ritos de iniciación en forma de leopardo.
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